Resulta recurrente en los grupos diferentes donde trabajo -como psicóloga institucional y como
terapeuta grupal- inquietudes, reclamos y sensaciones que aparecen en estas preguntas y
comentarios:
Por
qué siempre somos los mismos?
Los
demás tendrían que estar acá!
Los
otros son los que necesitan más este trabajo y no siempre los mismos
Nosotros
los que cumplimos ya tenemos todo aceitado
Los
cambios no se dan porque los demás no participan
Cómo
vamos a seguir trabajando si los demás no están?
Más allá de conceptualizar y de valorar la mutua representación interna (E. Pichon Riviere) que funciona en estos grupos...el que no viene se transforma en un mecanismo resistencial por donde también la resistencia a la tarea y al proyecto propuesto, se manifiesta...
se vació?
Se rebalsó?...
Qué vaso? dónde está el vaso?
Mientras mi faceta profesional académica busca en marcos
teóricos, experiencias similares, referencias científicas, prácticas de otros
colegas, no puedo dejar de buscar e en mí –pensamiento lateral?- otros tipos de
búsquedas que me orientan integralmente en mi vida en general: el presente aquí y ahora, aceptando lo que
en él se muestra, trabajando con ello, valorando lo que surge y creando…
Años atrás me he visto reflejada muchas veces en esas
preguntas, y me generaban enojos, búsquedas interminables de opciones,
respuestas, pensamientos obstaculizadores, lo cual entiendo provoca un desgaste
energético y emocional importante que en tal caso habrá que elegir: vale la
pena hacerlo en post de que luego estas personas vendrán o no?... El desgaste
aparece cuando pensamos que nuestro aporte es ínfimo, porque sostenemos que lo
importante es “algo más”; creyendo que el cambio estaba en otro lado, o con
otros, en otro lugar, “afuera”, en los que no están, en el que
no vino, en lo que no se pudo, en el que eligió algo diferente a mí…porque de
eso se trata: quien no vino, no está porque eligió no hacerlo, porque no pudo,
porque no se acordó.
Veamos,
1. si
eligió en base a lo que pensó mejor para ese momento qué puedo hacer yo?,
2. sino
pudo, porque se presentaron imponderables qué
puedo hacer yo?,
3. si
no se acordó qué puedo ayer yo?
Frente a estas opciones queda en nuestro campo, qué
seguir haciendo con ello…eso es lo maravilloso de las decisiones.
No sé por qué se me viene a la memoria un proverbio chino
que dice Cuando te encuentres muy alegre
no contestes una carta, cuando te encuentres muy enojado no contestes una
carta.
Y así busco ayuda en un estudioso del budismo zen en
occidente:
Una
vez se preguntó a un distinguido maestro: realizas algún esfuerzo para
disciplinarte en la verdad?
Sí,
lo hago
Cómo
te ejercitas?
Cuando
tengo hambre, como; cuando estoy cansado duermo
Esto
es lo que hacen todos; puede decirse que ellos se ejercitan del mismo modo que
tú?
No
Por qué
no?
Porque
cuando comen, no comen, sino piensan en otras cosas diversas, permitiéndose de
ese modo ser perturbados; cuando duermen no duermen, porque sueñan mil y una
cosas. Esta es la razón de que no se me parezcan. (SUZUKI,
2003; 109)
Escuchando en una conferencia a Christophe Dejours, padre
de la psicodinámica del trabajo valoré sus aportes en torno a la “libre decisión” de participar que se
brinda a los trabajadores cuando se propone una actividad relacionada a conocer
sobre los efectos psicológicos del vínculo entre el sujeto y el trabajo. Por
qué? Porque la persona debe estar a gusto, debe elegir estar si ella considera
realmente que es un espacio confiable, con seguridad psicológica. Y para
quienes eligen estarlo ya sea en el rol que sea, evitamos tener que estar “chicaneando” o sumando a personas que no
sienten que esa tarea es conveniente o posible o constructiva. Tal vez después
puedan sumarse o aportar desde otro lugar, justamente: desde otro lugar y no ser castigados, ni exonerados ni descalificados pero tampoco convocados todo el
tiempo cuando no desean hacerse presentes.
El aprendizaje a partir de los ejemplos positivos, es un
aprendizaje que lleva tiempo, que lleva sobre todo: ejemplos (entre el hacer y
el decir), es un aprendizaje artesanal que se construye día a día; integrando
lo emocional, con lo racional, con lo subjetivo, con la ciencia con el arte…
se
empieza a insinuar como una forma de revolución silenciosa, lenta pero segura,
que ya está implicando una diferencia (LLAMAZARES, 2011; 5)… según conceptos andinos…este cambio está
basado en 3 principios: aiñi (reciprocidad), alpa (energía) y enka (fuerza
vital)…el cambio de consciencia es un proceso callado y singular…más allá de lo
intrincados y oscilantes que puedan ser los procesos personales el terreno ganado no se pierde…la aunténtica transformación
personal puede considerarse hoy como una vía poderosa para el cambio general
(LLAMAZARES, 2011, 29)
Entonces, pienso en lo valioso que fue para la persona
que asistió, hacerlo a horario, respetando el encuadre de trabajo, sabiendo del
compromiso que implica encontrarse con otro u otros…entonces siento qué bueno
que eligió venir y que me dispongo a estar receptiva para trabajar en el marco
de los objetivos que nos propusimos, en el marco de respeto que construiremos
bajo el cuidado de la confianza que iremos generando en esta travesía de
compartir este presente en el aquí y ahora.
Y los otros? Los otros, están de alguna manera en nosotros…por
eso centrémonos en una ética de lo posible y saludable para nosotros que hoy
podemos estar presentes.
Cuidemos lo que vamos logrando. Aprovechemos
mientras dure! C.R.L.
Esta foto la encontré en internet y me gustó mucho, gracias: http://elperello.blogspot.com.ar/2011/07/vivir-el-presente.html |
(*) En el caso de citar o utilizar aporte de esta reflexión se agradece citar la fuente.
LLAMAZARES
A.M. “Del reloj a la flor de loto.” Buenos Aires. Del Nuevo extremo, 2011
CAPRA
F. “El tao de la física” Buenos Aires, Sirio, 2009
SUZUKI,
D.T. “Introducción al Budismo Zen.” Buenos Aires. Kier, 2003