Silencio.
Necesito silencio. Me siento al sol invernal.
Resueno todavía
en los ecos de la Charla sobre el trabajo en equipo para un grupo de trabajadores de la salud.
Desde el
inicio supe que ell@s serían quienes me enseñarían a mí sobre sus dinámicas de
trabajo, sobre sus trabajos en equipo, sobre sus inquietudes, sobre sus
dificultades y voluntad de trascenderlas.
Me invitaron
porque querían una clase de psicología sobre trabajo en equipo.
Aprendí del
interés humano que tienen por sentirse mejor.
Aprendí de la
mirada atenta, del humor que se fue soltando después de la vergüenza inicial que
provocó hablar de las propias emociones.
Aprendí de
verlos dispuestos y receptivos a probar lo diferente, a experimentar una
técnica de respiración consciente en el lugar menos esperado.
Aprendí de la
emoción que les provocó dedicarse una sonrisa después de tanto desgaste.
Aprendí que
puedo acompañar a equipos en sus propios saberes y orientarlos a reflexionar
sobre sus propias búsquedas hacia lo saludable, no solo para los pacientes sino
para ell@s mism@s.
Luego hablamos de herramientas, sugerencias, incluimos algún video que como siempre se trabó, propuse bibliografía....pero primero valoramos lo andado, lo que ya había...
Aprendo que
la tarea institucional es intensa, difícil, desgastante y tiene también estas satisfacciones de los verdaderos ENCUENTROS
Más importante que la
ciencia es su resultado,
Una respuesta provoca
cien preguntas.
Más importante que la
poesía es su resultado,
Un poema provoca cien
actos heroicos.
Más importante que el
reconocimiento es su resultado,
el resultado es dolor y
culpa.
Más importante que la
procreación es el hijo.
Más importante que la
evolución de la creación es la evolución del creador.
En el lugar de lo
imperativo está el emperador.
En el lugar de lo
creativo está el creador.
Un encuentro de dos: ojo
a ojo, cara a cara.
Y cuando estés cerca
arrancaré tus ojos
Y los colocaré en el
lugar de los míos,
Y tú arrancarás mis ojos
Y los colocarás en el
lugar de los tuyos.
Entonces te miraré con
tus ojos
Y tú me mirarás con los
míos.
Así hasta la cosa común
sirve al silencio y
Nuestro encuentro es la
meta sin cadenas;
El lugar indeterminado,
en un momento indeterminado,
la palabra indeterminada
al hombre indeterminado.
Invitación a un Encuentro (Einlandung zu einer Begegnung)
, J. L. Moreno,
Viena, 1914.
Gracias, vuelvo un rato más al sol…
Carolina RL
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